La justicia es un naipe que, más allá de los deseos del consultante, remueve la conciencia y nos enseña que nuestros actos y los de los demás, tendrán sus consecuencias. Una mujer alada (generalmente), denotando divinidad y superioridad espiritual, mirando al frente, sostiene en una mano la balanza con la que medirá nuestros buenos y malos actos, y en su otra mano una espada con la que impartirá justicia dependiendo del lado al que se incline la mencionada balanza. Al contrario que la representación clásica de la justicia, nuestra juez no lleva los ojos vendados, mostrando claramente que es consciente de todos los actos.
Si se nos muestra este naipe deberemos interpretarlo como que un poder superior dictará un fallo justo, teniendo en cuenta todos los hechos, y dicho veredicto no siempre tiene que ser favorable al consultante, es por ello que esta carta se debe tomar como un consejo para actuar correctamente, no hacer trampas. Generalmente se puede interpretar como la firma de acuerdos y resoluciones legales.
Si la carta estuviera invertida, nos estaría indicando malos consejos, mal final de una resolución legal, en definitiva, malos augurios.
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