lunes, 28 de marzo de 2011

la salud espiritual I


¿Qué es lo que nos enferma? ¿Cuándo enfermamos?
Cuando uno se desvía del movimiento del espíritu.
Es decir, los movimientos del espíritu afectan por igual a todas las personas, nadie queda excluido del movimiento del espíritu. Y tampoco podemos excluir a nadie de los movimientos del espíritu. En cuanto lo intentamos, perdemos la sintonía, la concordancia con el movimiento del espíritu. Pero el espíritu no nos abandona. Nos mira con benevolencia.
También en lo que aparentemente hacemos mal, también donde aparentemente nos hacemos culpables. Solamente que en ese caso el espíritu nos lleva de una manera distinta. Vemos cómo
nos despierta la conciencia.
¿Cómo? Por ejemplo, mediante una enfermedad. Entonces la enfermedad está al servicio del movimiento del espíritu. A saber: un movimiento del espíritu vuelve a traer, mediante el dolor, mediante el sufrimiento, a aquellos que hemos excluido.
Entonces en ese caso una enfermedad nos hace concientes para que nosotros miremos a aquellos a los que no queríamos mirar.  Nos obliga a regresar allí en un movimiento del espíritu más abarcativo. Pero muy a menudo ¿qué hacemos con una enfermedad? queremos deshacernos de ella. En lugar de permitir que esta enfermedad nos guíe como un movimiento del espíritu que nos quiere unir con alguien que hemos excluido o relegado, queremos deshacernos del medio de sanación, de la  enfermedad como medio de sanación.    
Quizás vuelva en la próxima generación, o en la siguiente.

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