jueves, 17 de febrero de 2011

eliminar energias negativas

Aunque parezca increíble, las radiaciones ambientales negativas pueden provocar serios disturbios en los habitantes de un hogar, por ejemplo dolor de cabeza, insomnio, calambres en las piernas, depresiones, agotamiento, resfríos e incluso problemas de relación entre los miembros de una familia. Por eso, si alguno de los males mencionados lo aqueja, conviene que usted lleve a cabo un diagnóstico energético de su casa, tal como le enseñaremos en esta nota. Sí la causa es energética, le indicaremos cómo actuar. Y si no lo es, usted podrá descartar uno de los motivos posibles del problema y estar de ese modo
más cerca de resolverlo.
¿Tiene lógica hablar de cargas negativas?
A veces las casas se “cargan” con la energía de las personas que la habitan o que la han habitado. Y con el paso del tiempo esta negatividad puede hacerse cada vez más intensa, llegando a influir en nuestro estado de ¡ánimo. Las personas que viven en casas demasiado “cargadas” suelen ser víctima de depresiones sin motivo aparente que las justifique, o pueden tener rachas de mala suerte. Por otra parte, las corrientes de radiaciones, y lineas magnéticas que atraviesan la tierra también influyen sobre la vivienda y sus habitantes, así como las ondas electromagnéticas emitidas por televisores, computadoras, microondas, antenas parabólicas, celulares, teléfonos inalámbricos o generadores de alta tensión. Se ha comprobado que permanecer durante horas en un sitio en el que circulan energías negativas puede llevar a padecer graves enfermedades.
Aplicando los conocimientos de Feng Shui en la decoración y diseño usted puede modificar la energía de su casa, pero para ello debe antes localizar los puntos problemáticos. El primer paso para poder neutralizar los focos de vibraciones negativas es aprender a detectarlos. Comencemos, entonces.
El chi, la energía que circula
El chi es el flujo de energía electromagnética que une a todas las cosas del universo. Se encuentra en el cuerpo humano, en las plantas y también en las construcciones, pero una parte de él fluye constantemente desde y hacia otras fuentes de energía. El chi es invisible, se propaga a través de la atmósfera sin luz ni sonido, sin embargo existe. Se puede comparar con las ondas de radio, las transmisiones vía satélite, etc.
En los seres humanos el chi es la fuerza vital y lo ideal es tener un chi equilibrado que circule por todo el cuerpo, fluyendo en dirección ascendente. Del mismo modo, la energía de una casa debe fluir sin tropiezos, para no afectar a sus ocupantes.
La energía chi personal siempre está combinada con la energía del entorno, por eso la energía que uno recibe del medio ambiente influye sobre el estado de ánimo, las emociones, la energía física y sobre la salud.
Generalmente la energía negativa se ubica en zonas húmedas u oscuras de una casa y puede afectar la vida de las personas que allí viven. Los rincones, las habitaciones sin luz natural, el desorden, la suciedad y el amontonamiento de muebles u objetos decorativos dificultan el desplazamiento de la energía. Y la energía estancada reduce la vitalidad y la productividad de la persona.
Las líneas electromagnéticas
Las líneas electromagnéticas que recorren la tierra en un flujo constante también influyen sobre la vivienda y sus habitantes. Estas corrientes de radiaciones atraviesan la tierra como un enorme sistema nervioso y en los lugares por donde pasan estas radiaciones terrestres no hay magnetismo, por eso cuando alguien pasa mucho tiempo sobre una de estas líneas terrestres, las células de su cuerpo se despolarizan.
Para determinar la presencia de estas corrientes se puede recurrir a la radiestesia, técnica que localiza las vibraciones negativas de la tierra mediante el uso del péndulo o las varillas de metal. Los radiestesistas suelen utilizar una vara en forma de V con un magneto en la punta, recorriendo la casa para localizar las zonas afectadas por líneas de radiación.
Técnicas para medir las radiaciones ambientales
Las técnicas que recomendamos a continuación para detectar los focos de energía negativa son simples y efectivas, cualquier persona puede ponerlas en práctica.
La primera impresión
La intuición y una atenta observación son dos capacidades innatas que podemos utilizar para un primer diagnóstico. La mayoría de las impresiones se forman en el subconsciente en los primeros momentos de percibir un ambiente a través de la vista, el olfato o el oído. Y suelen permanecer casi todo el tiempo aunque se produzcan cambios. Nuestra intuición funciona como una brújula interna, como un imán. Todos tenemos este saber instintivo, basado en la claridad. Utilícela para detectar posibles focos de energía negativa.
El uso del péndulo
Hay dos maneras de trabajar con el péndulo para buscar radiaciones negativas. Usted puede realizar un recorrido por el lugar o utilizar un plano o croquis.
Antes de iniciar la búsqueda de radiaciones, conviene siempre realizar algún ejercicio de relajación o meditación, con el fin de dejar la mente en blanco.
Haga un primer recorrido por cada habitación de la casa y concéntrese en lo que siente. No lleve objetos de metal ni piedras preciosas y, en lo posible, no use zapatos. Luego con el péndulo en la mano, sitúese en el centro de cada habitación -a menos que, al hacer el primer recorrido, usted haya percibido algo en un lugar concreto-. En tal caso, ubiqúese en el lugar donde lo experimentó.
De pie, en posición relajada, deje caer el péndulo y espere a que deje de moverse. Luego camine con lentitud por la habitación y observe la conducta del péndulo. Si se mueve, vibra, produce calor en el antebrazo, pesa, gira sobre sí mismo o da una sensación de malestar perceptible indicará que está sobre una corriente energética negativa. En tal caso examine el cuarto, vea dónde es más fuerte la vibración del péndulo. Si hay algún mueble sobre ese lugar, cambíelo de sitio y observe si disminuye el efecto (a veces la energía negativa no se debe al lugar sino que emana de un objeto o mueble determinado).
Detectores de ondas electromagnéticas y microondas
Las ondas electromagnéticas emitidas por televisores, radios, computadoras, microondas y antenas parabólicas crean, según la radiestesia, campos nocivos para plantas, animales y seres humanos. Los electrodomésticos y aparatos, cables, enchufes, antenas, celulares, teléfonos inalámbricos, generadores de alta tensión, pueden transformar su casa en una red electromagnética, causando dolencias y enfermedades. Al buscar focos de energía negativa en nuestro hogar debemos prestar especial atención a los lugares donde puedan concentrarse este tipo de ondas. Existen aparatos detectores y medidores de ondas electromagnéticas y de ondas infrarrojas que pueden adquirirse por razonables precios en tiendas especializadas.

 

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