miércoles, 19 de enero de 2011

los cristales I

Todo el mundo se siente atraído por las gemas; ¿quién no?.
Durante muchos anos las gemas como la coralina, el granate, el cristal de roca o el lapislázuli se usaron para ornamentar personas y objetos, y han sido símbolos de poder. Pero estos cristales han sido valorados por algo más que por su belleza: cada uno de ellos poseía un significado y unas propiedades curativas a las que las culturas antiguas daban tanta importancia, como a su propia apariencia.
Hoy en día, aunque no todos sean tan elegantes como las gemas, los cristales poseen las mismas propiedades. Y aunque son menos atractivos por fuera, y más discretos, los cristales poseen atributos naturales y mucha energía.
Los cristales poseen propiedades que pueden resultar muy beneficiosas para los habitantes del planeta, si son respetados y tratados como corresponde. Su vibración extremadamente alta, eleva la conciencia y abre los chakras superiores, lo cual permite comunicar o conectar con otras dimensiones.
Cada cristal tiene su nombre y sus funciones y a cada uno también corresponde un signo astrológico o zodiacal. Se deben respetar, cuidar y limpiar mucho para poder aprovechar sus propiedades curativas y ornamentales.
Los cristales absorben y transmiten energía eficazmente, y además son capaces de limpiar y transmutar las energías negativas.
Los antiguos egipcios coronaron la Gran Pirámide con un gigantesco cristal de cuarzo para captar la energía y los sacerdotes atlantes utilizaban cristales para aprovechar la energía solar y la energía prana. (según la filosofía primitiva hindú, el prana es el aire vital y la vida misma.).
Los cristales se usan como varitas mágicas. Se llevan puestos como amuletos protectores contra los ataques psíquicos o se suspenden de cadenas de plata para que actúen como péndulos radiestésicos.
Los cristales pueden pasar de una dimensión de la existencia a otra. Transmiten energía cuando uno los tiene en la mano derecha y reciben energía cuando se tienen en la mano izquierda. Cuando son utilizados en rituales de curación, hay que colocarlos apuntando hacia el interior del cuerpo que se desea cargar de energía, y hacia afuera a partir del cuerpo del que se desea hacer desaparecer el dolor.

LIMPIEZA Y CUIDADO DE LOS CRISTALES
Algunos cristales son frágiles y se desmenuzan con mucha facilidad, otros son solubles en el agua, y otros como las piedras rodadas, son muy consistentes.
Cualquiera de éstos métodos que desarrollaremos a continuación son eficaces para la limpieza de los cristales:
1-Coloque el cristal directamente bajo la luz del sol ( no a través del vidrio de una ventana) y déjelo allí durante varias horas a fin de que absorba la energía solar y prana , y para transformar cualquier energía negativa existente en el interior del cristal, en energías positivas de luz y de amor.-
2- Cuando la luna esté en la fase de cuarto creciente, coloque el cristal, coloque el cristal, con la punta hacia abajo, en un tazón de vidrio, china o cerámica, lleno de sal marina y agua. Deje que el cristal se limpie durante tres días y tres noches consecutivas.-
3- Ponga el cristal con la punta hacia abajo, bajo un chorro de agua corriente y fría, al mismo tiempo que visualiza una corriente centellante de energía positiva fluyendo por el interior del cristal y transformando todas las energías negativas.
No utilice nunca agua caliente para limpiar los cristales, ni líquidos degradantes, o con amoníaco.
A TENER EN CUENTA: hay unos pocos cristales que no necesitan limpieza. El citrino, la cianita y la azeztulita son autolimpiantes. El cuarzo claro y la cornalina limpian otros cristales, y son especialmente útiles para las piedras delicadas y friables, aunque es posible que después necesiten limpieza.
Se deben limpiar después de comprados, luego de haberlos llevado puestos y después de haberlos usado para curar. Y más aún si nos llegan de otra persona (que no sabemos qué vibraciones de energía traen).
También hoy en día se vende por internet un limpiador específico, que se usa con un atomizador de líquidos cualquiera, y para los cristales que se desmenuzan con facilidad va muy bien.
Cuando no los estés usando, envuelve tus cristales en seda o terciopelo; esto impide que se rayen o danen, al mismo tiempo que les protege de las emanaciones externas, tanto de energías negativas como de los cambios bruscos de temperatura y humedad.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

tus comentarios son importantes