viernes, 1 de abril de 2011

la salud espiritual V


La mayoría de .,los clientes que vienen a vernos han rechazado a alguien o
se sienten rechazados y entonces le hacen un reproche a alguien, o se lo hacen a ellos mismos.
 
Cuando escuchamos esto es como si nos pidieran que nos opongamos a alguien, que rechacemos a
alguien. A veces también aunque parezca raro, la clienta espera que la rechacemos a ella,
 que la juzguemos. Por ejemplo cuando una madre dice que “lo hice todo mal”, nos esta
invitando a que la rechacemos. Todos estos intentos agravan el problema y
si permitimos que nos seduzcan estamos echando leña al conflicto en vez de solucionarlo.

¿Cual es el proceso?
Para comenzar, internamente, en nuestra alma, unimos todo lo que está separado en el alma del cliente. 
Miramos al cliente tal como es. Tal como es fue como el espíritu lo quiso. Por esa razón tampoco puede
ser distinto de lo que es. Como es está bien. El espíritu lo pensó así. Y así para nosotros está bien.

Cierren los ojos
Visualicen este tipo de clientes. No importa su conducta. Qué ocurre en el alma de ustedes? Tienen quizás algo en contra de este cliente. Interpretan quizás su conducta como una forma de ser despreciable. ¿Realmente tenemos la sensación de desearle todo lo mejor? ¿de tener benevolencia hacia el? Y sentimos la misma benevolencia ¿hacia sus padres, su familia, su pareja, sus hijos?

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